La miel es un producto completamente natural, es un alimento incomparable desde la niñez hasta la vejez, el mejor reconstituyente para los deportistas y personas que se sienten fatigados. Además la miel tiene propiedades biológicas y terapéuticas. Tiene un alto valor energético (3,3 cal/gr.), rico en azúcares, ácidos naturales, proteínas y aminoácidos, encimas y otras sustancias, que se incorporan al torrente sanguíneo en 15 minutos.
El azúcar demora entre 2 y 4 horas en ser metabolizado para convertir la sacarosa en formas digeribles más simples de glucósidos y luego asimilarlos, con gran trabajo de los islotes de Langerhans, lo que puede agotarlos y producir artritis, diabetes mellitas, obesidad, ataques cardiacos, cáncer, etc. Además a diferencia de otros azúcares, la miel no provoca caries dentales.
Ejerce una importante acción dinamógena, un ligero efecto aperitivo facilitando la asimilación y digestión de otros alimentos. Tiene una influencia positiva en la asimilación del calcio en los niños y la retención del magnesio.
Tiene propiedades laxantes, sedantes, antihemorrágicas, antitóxicas, antisépticas, antianémicas, febrífugas y emolientes.
En el hombre sano, la miel permite un mejor rendimiento físico, especialmente en los deportistas, en cuyo caso por su doble efecto dinamógeno y estimulante para el corazón, incrementa la resistencia, favorece la recuperación, facilita los esfuerzos reiterados y prolongados.
Es ideal para la alimentación porque en su composición entran azúcares simples (glucosa y fructosa) que no necesitan transformación por los tubos digestivos para que sean asimilados. Es un magnífico endulzante para la leche y las infusiones, por sus buenas cualidades, fácil digestión, rápida absorción y agradable sabor. Contrarresta en cierta medida las eventuales carencias alimentarías de aminoácidos, sales minerales y microelementos, vitaminas, etc.
Su valor se ve realzado porque su rápida asimilación previene la fermentación alcohólica, no produce acidosis, sus ácidos libres favorecen la absorción de grasas, su contenido en hierro ayuda a complementar la deficiencia de este elemento en la dieta.Incrementa el peristaltismo y el apetito, y tiene un rápido efecto en la disminución del mal humor. Así mismo, induce la reducción del ácido úrico sérico a un nivel normal, y reduce la proteinuria y los edemas.