Las noches ya son verdaderamente frías, además de muy largas. Las abejas ya solo pecorean en las horas centrales del día, pero muy pocas plantas continúan con flor. Hay que tener mucho cuidado con el pillaje en las colmenas, las abejas al no tener alimento en el campo, intentan saquear las colonias más débiles y a veces lo consiguen.
Es el mes por excelencia de recogida de propóleos, al no tener néctar a su disposición, las pecoreadoras se dedican a recolectar propóleo. Con él taparán todas las rendijas de la colmena, reducirán la piquera para impedir saqueos, y tapizarán como si de un barniz se tratara todo el interior de la misma.