El área de pecorea de las abejas, es decir, lo que las abejas se alejan de las colmenas para libar de las flores, tiene que estar libre de fuentes de contaminación.
Nuestras colmenas están situadas en los valles y montes que forman el espacio natural de los Sabinares del Arlanza. Los campos, casi vírgenes de este espacio, están cubiertos de: espliego, distintas variedades de tomillo, salvia, diferentes tipos de brezo, robles, encinas y un sinfín de plantas aromáticas; que proporcionan a nuestras abejas néctar y polen de primerísima calidad.

Además, los bosques de robles y encinas, que se extienden por todo el espacio natural, proporcionan mieles obscuras en los meses de julio, agosto y septiembre.
Las mieles, polen y propoleos recolectados por nuestras abejas están libres de insecticidas, herbicidas, u otros compuestos químicos utilizados en agricultura o industria.