Los apicultores obtienen la cera de los panales viejos y de los opérculos resultantes de extraer la miel.
Los panales, cuando ya están muy viejos, se funden mediante diversos métodos que veremos más adelante. De un panal Langstroth, se obtienen entre 120 y 180 gr. de cera virgen. Los panales Dadant y Layens rinden un poco más, entre 180 y 230 gr. De los opérculos, se obtienen de 1 a 1,7 kgr. de cera por 100 kgr. de miel extraída.
Hay tres métodos principales para extraer la cera: cerificador solar, caldera a vapor y caldera de agua.
Cerificador solar.
El aficionado emplea mayoritariamente el cerificador solar. Consiste en una caja bien aislada, con una tapa de cristal dirigida al sol, contiene una cubeta cerrada por una malla fina. Los panales viejos colocados sobre la malla, sueltan, por exposición al sol, una cera de primera calidad aunque demasiado obscurecida. Las materias extrañas: mudas de las crías, polen, restos diversos, se comportan como esponjas, empapándose de cera fundida. Con este método, solo se recupera una pequeña parte de la cera contenida en los panales viejos.
Caldera de vapor
La caldera de vapor tiene una actuación más rápida: los opérculos o los viejos panales son introducidos en un recipiente colocado encima de una caldera cuyo vapor los atraviesa; la cera fundida se desliza a los moldes. Los restos de la caldera, pasan a una prensa cuando aún están calientes, liberando una nueva cantidad de cera.
Caldera de agua.
Se introducen los panales o los opérculos en una caldera con agua muy caliente (entre 80 y 90 grados), cuando el agua caliente ha arrastrado toda la cera que son capaces de liberar los panales, se vierte todo en espuertas (sacos de esparto), que se apilan sobre el plato de la prensa y se riegan con agua hirviendo durante el prensado. El chorro resultante (mezcla de agua y cera), pasa a un depósito decantador, donde la cera fundida menos pesada que el agua sube a la superficie, después es bombeada a los moldes definitivos, donde se enfriará y solidificará.
Las prensas de cera.
Las prensas manuales, de modelo grande o pequeño, tienen menos rendimiento que las prensas hidráulicas. Estos últimos aparatos, capaces de alcanzar presiones del orden de 100 a 300 kgr. por centímetro cuadrado, extraen casi todo la cera de los panales. En las fábricas de cera españolas, son muy utilizadas las viejas prensas, retiradas de las almazaras de aceituna. Solo algunas de las fábricas, utilizan prensas de sinfín, son más rápidas que las hidráulicas pero con menores rendimientos.
La fundición de cera, trabajo largo, pesado y sucio, desanima a numerosos apicultores. Los profesionales y semiprofesionales, acuden con sus paneles viejos a las fábricas de cera, donde funden y limpian los cuadros que albergan el panal. Al mismo tiempo, laminan la nueva cera que reemplazará a los viejos panales.